1. Mont Blanc, Francia. Con picos de 5.000 metros de altura, en la cima los vientos pueden llegar a los 95 kilómetros por hora. Por eso, no es de extrañar que sea uno de los lugares más peligrosos. Eso no impide que aventureros de todo el mundo lleguen allí para hacer frente a sus impresionantes alturas. En promedio, se realizan más de 20.000 intentos de escalarlo por año. Lamentablemente, muchos resultaron heridos o perdieron su vida en el pico más alto de Europa, con cerca de 30 a 70 muertes por año, según la revista Climbing Mont Blanc. En enero de este año seis amigos murieron en una avalancha que se produjo en el lado italiano del Mont Blanc.
2. Gran Cañón, Estados Unidos. El Parque Nacional del Gran Cañón tiene 227 kilómetros de largo, y en algunos lugares 1.800 metros de altura. Cada año recibe más de 4,5 millones de visitantes y, en promedio, registra la muerte de 12, según las estadísticas del parque. Las causas de muerte son muy variadas: desde el cansancio, el calor, la deshidratación, las condiciones médicas y el suicidio hasta el deslizamiento sobre el borde de las montañas. El año pasado, un hombre tejano que fue de vacaciones con su familia, se cayó y murió. Su muerte es la número 685 que reportan las estadísticas de los parques nacionales estadounidenses.
3.Teahupoo, Tahití. Conocida por sus enormes olas que tienen una forma única por la barrera de coral de poca profundidad, y pueden ir de los 3 a los 7 metros de altura. Este paradisíaco sitio se cobró la vida de cinco personas desde el año 2000.
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